La Meritocracia y la política
LA MERITOCRACIA Y LA POLÍTICA
Meritocracia, se
define como “sistema de gobierno en el que el poder lo ejercen las personas que
están más capacitadas según sus méritos” (fuente: internet)
Hay
varias investigaciones que evidencian lo bueno de la meritocracia. “La meritocracia
hace a los Estados más efectivos”; “Los
directivos reclutados, seleccionados y promovidos bajos criterios
meritocráticos tienden a ser mejores gestores públicos que sus homólogos
nombrados por confianza.”(fuente: Internet). Pero también se pueden revisar resultados
donde la falta de meritocracia está también relacionado con los malos
resultados de gobierno, manifestados por la mayor pobreza, por ejemplo.
Cumplir
la meritocracia significaría que en las instituciones; los que están ocupando
cargos de directores, directivos de primera línea o intermedia; los Ministros; y
empezando desde el presidente de la República, todos deberían cumplir dos requisitos:
Tener experiencia y tener la “especialización en el área”.
Cumplir
la meritocracia es también evitar estar colocando en cargos a los amigos. La
meritocracia vs el amiguismo, como parte de una costumbre y cultura organizacional.
En
su Primer mensaje a la Nación el Presidente Electo Pedro Castillo anuncia:
Aplicaremos la Meritocracia. Y en particular manifiesta: ’'Reforzaremos la institucionalidad de las FFAA teniendo presente la
meritocracia, antes que el amiguismo para los ascensos”. Y horas después
hace de conocimiento de su flamante Gabinete; donde se nota que varios de los
nuevos Ministros no tienen la experiencia suficiente y necesaria para asumir
tan altos cargos en los principales sectores. Si bien han estado ya laborando
en las áreas, han sido en niveles base, e inclusive a nivel distrital o
provincial.
Para
ver cómo solucionamos la falta de meritocracia, tenemos que empezar con una gran
capacitación de los que ya ocupan cargos públicos y los que tienen como interés
y meta llegar a dirigir organizaciones. Una gran cruzada y a largo plazo para
formar profesionales con capacidad de “gestión pública”. Al respecto a nivel de
Educación superior, es todavía poca la oferta académica en el Perú.
Desde una experiencia laboral que tuve, encontré que cuando deseaba cambiar a personas en su cargo; "no encontraba el reemplazo". Entonces era evidente que la institución no se habia preocupado por "formar los cuadros"; preparar a su gente.
Mientras
tanto, es difícil tener el equilibrio entre querer cumplir la meritocracia y la
política. Colocar en el cargo a quien corresponde es además ser transparente: Si el
cargo lo está ocupando un amigo, que sea porque sí cumple los requisitos.
Donde
sea se repite, cada gobernador regional, alcalde, Presidente, rector, etc. Luego de que es elegido convoca a profesionales que no cumplen con la experiencia y
la capacidad al nivel que demanda el cargo. El arte de la política muy desarrollado por
varios de ellos, hace que designe, y nombre a quien “le conviene”; a quien le “apoyó
su elección buscando un cargito”. Pueda que sea de su grupo, y todo para
asegurar el poder, el control. La falta
de principios y valores además puede llevar a designar en el cargo a un amigo;
a un familiar. Recordamos la época aprista donde la política era "conseguir un puesto con el tarjetazo" (pertenecer al partido).
¿Donde empieza el problema de la falta de
meritocracia?
El
problema tiene que ver con la falta de una igualdad de oportunidades; el desconocimiento de la
gestión pública; y no considerar que las personas son lo primero siempre. En ellos
hay que aplicar la gestión de los recursos humanos y del talento. Como ya señalé antes tenemos que desarrollar a la gente, cumplir con la promoción de puestos, desarrollar a nuestra gente. En el sector privado el problema es la gestión de la "sucesión" y todo lo que implica una gestión de una empresa familiar por ejemplo.
El problema podría entenderse con la frase de los griegos que decían “los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”. Y entonces un problema es la falta de educación de ese pueblo que elige, pero también de la información que reciben; del rol de la prensa y el cuarto poder; mas hoy en día todo lo que llega por las redes (ejemplo los fakenews).
Otro problema es el “arte de hacer política” que como ya lo cité lo reitero; es la necesidad de “gobernar con mi gente”; “devolverles el favor de haberme apoyado”.
Un
tercer problema y también muy importante es la falta de liderazgo efectivo. Así,
en lo que viene sucediendo con el primer gabinete de Castillo, ya se interpreta como
una subordinación del presidente elegido al dirigente del partido (De Pedro
Castillo a V. Cerrón).
Lo que sucede a nivel organizacional (institucional) es muchas veces lo mismo que sucede a nivel gobierno central. De ahi que mi institución es mi "pequeña nación". Las políticas, las elecciones, el
comportamiento de los que están en el poder se practica por igual en ambos niveles de dirección o gobierno.
¿Qué hacer frente al problema de la falta de
meritocracia?
A
nivel de Pais, es priorizar la educación para todos (educación y valores). Con
ello, además de dejar de ser engañados estaremos preparando a las personas
capaces para ocupar cargos y en general contribuir al desarrollo del país; cada
uno, cada peruano desde donde se encuentre.
Promover la meritocracia tiene que ver con dar “oportunidades
para todos”
A
nivel de gobernantes, deberían ser preparados y tener capacidad en gestión pública;
haber ocupado algunos cargos importantes. Ser parte de partidos políticos con
programas y propuestas para el desarrollo del país. En el caso del Perú ademas
necesitamos Presidentes que ya no terminen acusados de Corrupción. Y tienen que tener liderazgo; deben ser ejemplo
para los peruanos, deben tener el respeto de su población. Deben tener la
influencia de hace entender a los electores que el voto no es para un grupo
sino para el bien del país, o para el beneficio de toda la organización; según sea el caso. Esto último también es difícil, porque
muchos votan según les convenga, o para mantener el status quo; o por ese miedo
que ya le crearon.
Mientras
tanto, esa falta de meritocracia podría sobrevivir si el líder ausente ya
elegido en la cúspide de la organización, por lo menos tiene capacidad para
formar un equipo de asesores, y personas que “le ayuden a gobernar”. A ellos, justamente se les dice “Felicitaciones
por el cargo, te deseo suerte”.
El ideal será poder trabajar con personas que, cumpliendo los requisitos, la experiencia y la capacidad; puedan ser además personas conocidas, amigos inclusive. El ideal además es tener por lo menos a ese lider en la cima, y con la capacidad de poder influenciar en todo el equipo, capacitarles, lograr el alineamiento y el compromiso para todos trabajar; un "lider coach" talvez.
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